Antes de abordar un problema, es fundamental conocer con exactitud sus causas. Por tanto es necesario estudiar con precisión los determinantes de la morosidad; por un lado existen causas coyunturales y por otro hay causas estructurales. La ralentización coyuntural de la actividad económica constituye sin duda alguna un factor de riesgo para el aumento de la morosidad; los estudios realizados demuestran un aumento de los plazos de pago y de los impagados en las fases de desaceleración de las economías europeas. En los períodos difíciles las empresas luchan para ganar tiempo a la hora de realizar desembolsos de efectivo y además se produce un encarecimiento del coste del dinero. Estas circunstancias incitan a las empresas a utilizar los plazos de pago a proveedores como sustitutos de los créditos bancarios. Sin embargo hay que destacar la importancia del segundo grupo de causas, las estructurales; éstas se han revelado como las fuentes más inquietantes de la prolongación de los plazos de pago. Por una parte existe la actitud deliberada de algunos actores económicos (administraciones públicas, grandes corporaciones industriales, gran distribución comercial) que imponen plazos de pago muy dilatados a sus proveedores, y por otra tenemos la cultura de la morosidad que desafortunadamente se ha desarrollado en algunos países europeos, hasta el punto de convertirse en un comportamiento económico habitual.
Hay que destacar que los estudios auspiciados por la Comisión Europea para averiguar las causas reales de los impagados empresariales en Europa, evidenciaron que la intencionalidad (por parte del deudor) es la primera causa de la morosidad, y no los problemas de liquidez del cliente para poder pagar la factura a su vencimiento.
Durante décadas los morosos han justificado su falta de pago –debido a la carencia de efectivo– con cuatro excusas universales:
- que todavía no ha cobrado de sus deudores y que por tanto a su vez no puede pagar,
- que le han bajado las ventas y por ende los ingresos lo que le provoca problemas de “cash flow”
- que le ha bajado el margen comercial debido a la competencia y la globalización,
- que tiene dificultades transitorias de financiación a corto debido a un problema de negociación con el banco.
Las investigaciones patrocinadas por la CE demuestran que las cuatro principales excusas son excusas del mal pagador, ya que la principal causa de la morosidad es el retraso deliberado para aprovecharse de la financiación gratuita del acreedor.
Los estudios revelaron que tampoco es cierto que la mayor parte de los retrasos en el pago están provocados por la existencia de litigios comerciales (calidad o cantidad de las mercancías vendidas que sirvan de pretexto para demorar el pago), falta de puntualidad en las entregas o debido a la aparición de discrepancias sobre la cuantía de la deuda o del vencimiento de la factura. No es verdad que los retrasos en abonar una factura se deban a que el cliente no haya recibido todavía el documento original, o que haya problemas administrativos en la tramitación de la orden de pago.
Con anterioridad a la publicación del informe de la CE, se suponía que los condicionantes señalados anteriormente (problemas de liquidez, litigios comerciales y problemas administrativos) eran las principales causas del retraso en los pagos. La realidad es que en la mayoría de los casos los morosos podrían pagar el día pactado con el acreedor comercial, pero no lo hacen porque no les da la gana hacerlo por el momento (pagarán más tarde y cuando mejor les convenga). Consecuentemente la mayor parte del los impagos que se producen en Europa son intencionales, ya que el deudor retrasa los pagos para financiarse a costa del proveedor.
Así pues los estudios realizados bajo el auspicio de la CE, revelaron que las distintas causas que provocan la morosidad y el porcentaje sobre el total de los impagados en la media europea son:
• Retrasos en el pago Intencionales 35%
• Dificultades financieras del deudor 23%
• Falta de eficacia administrativa del deudor 17%
• Litigios e incidencias con los artículos suministrados 7%
• Otras causas 18%
No obstante el estudio auspiciado por la Comisión Europea, detectó en la UE un caso especial que las autoridades de Bruselas presentaron por separado en el informe. Las investigaciones realizadas descubrieron que en un Estado la intencionalidad pura y dura del deudor representaba el 62 por ciento de las causas de la morosidad (y no el 35% que es lo habitual). ¿Adivina querido lector qué país fue el que batió todos los récords en el impago premeditado quedando el número uno de Europa? ¡Premio! Si usted ha contestado que España, ha acertado plenamente, ya que es el Estado de la UE en el que existen más morosos que actúan con premeditación y alevosía.
Por consiguiente en el 62 por ciento de los retrasos en el pago en España, el motivo de la demora es deliberado, ya que el deudor se está aprovechando de la situación para enriquecerse. A continuación podemos ver los datos del estudio de la CE sobre causas que provocan la morosidad en España y el porcentaje sobre el total de los impagados:
- Retrasos en el pago Intencionales 62%
- Dificultades financieras del deudor 21 %
- Falta de eficacia administrativa del deudor 10%
- Disputas comerciales con los artículos suministrados 3%
- Otras causas 4%
Autor: Pere J. Brachfield, Morosólogo y profesor de EAE, Escuela de Administración de Empresas
Hay que destacar que los estudios auspiciados por la Comisión Europea para averiguar las causas reales de los impagados empresariales en Europa, evidenciaron que la intencionalidad (por parte del deudor) es la primera causa de la morosidad, y no los problemas de liquidez del cliente para poder pagar la factura a su vencimiento.
Durante décadas los morosos han justificado su falta de pago –debido a la carencia de efectivo– con cuatro excusas universales:
- que todavía no ha cobrado de sus deudores y que por tanto a su vez no puede pagar,
- que le han bajado las ventas y por ende los ingresos lo que le provoca problemas de “cash flow”
- que le ha bajado el margen comercial debido a la competencia y la globalización,
- que tiene dificultades transitorias de financiación a corto debido a un problema de negociación con el banco.
Las investigaciones patrocinadas por la CE demuestran que las cuatro principales excusas son excusas del mal pagador, ya que la principal causa de la morosidad es el retraso deliberado para aprovecharse de la financiación gratuita del acreedor.
Los estudios revelaron que tampoco es cierto que la mayor parte de los retrasos en el pago están provocados por la existencia de litigios comerciales (calidad o cantidad de las mercancías vendidas que sirvan de pretexto para demorar el pago), falta de puntualidad en las entregas o debido a la aparición de discrepancias sobre la cuantía de la deuda o del vencimiento de la factura. No es verdad que los retrasos en abonar una factura se deban a que el cliente no haya recibido todavía el documento original, o que haya problemas administrativos en la tramitación de la orden de pago.
Con anterioridad a la publicación del informe de la CE, se suponía que los condicionantes señalados anteriormente (problemas de liquidez, litigios comerciales y problemas administrativos) eran las principales causas del retraso en los pagos. La realidad es que en la mayoría de los casos los morosos podrían pagar el día pactado con el acreedor comercial, pero no lo hacen porque no les da la gana hacerlo por el momento (pagarán más tarde y cuando mejor les convenga). Consecuentemente la mayor parte del los impagos que se producen en Europa son intencionales, ya que el deudor retrasa los pagos para financiarse a costa del proveedor.
Así pues los estudios realizados bajo el auspicio de la CE, revelaron que las distintas causas que provocan la morosidad y el porcentaje sobre el total de los impagados en la media europea son:
• Retrasos en el pago Intencionales 35%
• Dificultades financieras del deudor 23%
• Falta de eficacia administrativa del deudor 17%
• Litigios e incidencias con los artículos suministrados 7%
• Otras causas 18%
No obstante el estudio auspiciado por la Comisión Europea, detectó en la UE un caso especial que las autoridades de Bruselas presentaron por separado en el informe. Las investigaciones realizadas descubrieron que en un Estado la intencionalidad pura y dura del deudor representaba el 62 por ciento de las causas de la morosidad (y no el 35% que es lo habitual). ¿Adivina querido lector qué país fue el que batió todos los récords en el impago premeditado quedando el número uno de Europa? ¡Premio! Si usted ha contestado que España, ha acertado plenamente, ya que es el Estado de la UE en el que existen más morosos que actúan con premeditación y alevosía.
Por consiguiente en el 62 por ciento de los retrasos en el pago en España, el motivo de la demora es deliberado, ya que el deudor se está aprovechando de la situación para enriquecerse. A continuación podemos ver los datos del estudio de la CE sobre causas que provocan la morosidad en España y el porcentaje sobre el total de los impagados:
- Retrasos en el pago Intencionales 62%
- Dificultades financieras del deudor 21 %
- Falta de eficacia administrativa del deudor 10%
- Disputas comerciales con los artículos suministrados 3%
- Otras causas 4%
Autor: Pere J. Brachfield, Morosólogo y profesor de EAE, Escuela de Administración de Empresas